LLEGÓ EL DIA: me operaron

Llegó el día. El 9 de mayo de 2011. Esta fecha no se me olvidará jamás. Para mi ha sido el volver a nacer, el darme la vida una segunda oportunidad.

Fui al hospital muy temprano. Tenía que estar allí a las 6 de la mañana. Cuando llegamos mi marido y yo, me hicieron un análisis de sangre, y me pincharon en la tripa. Me pusieron unas medias muy apretadas compresoras, que son para evitar trombos por el reposo. Son cómodas, no molestan mucho. Me las pude quitar al día siguiente.

A las 8 me bajaban a quirófano. Al contrario de lo que yo creía, estaba muy tranquila. Confío plenamente en el equipo médico, así que no tenía nada que temer. Mentiría si digo que el día anterior no pensé en que podría morir en quirófano o en el postoperatorio, incluso solté alguna lagrimita. Pero ese día iba a por todas.

La anestesista empezó a hablarme, llegaron el resto del equipo, y en un momento dado, me dormí. Ni siquiera recuerdo haber oido el "empezamos". Cuando desperté estaba como una rosa! Ningún problema con la anestesia. Fueron unas 4 horas de operación.

Me llevaron a la habitación. Lo que más me molestaba era la sonda nasogástrica. Eso de tener un tubo en la nariz hasta el estómago a mi, particularmente, me molesta demasiado. Tenía que estar haciendo esfuerzo mental para no pensarlo y que no me diera angustia. Al final me la quitaron al dia siguiente por la mañana, y que alivio!

A las tres horas el médico me dijo que tenía que incorporarme y sentarme en la butaca de la habitación. Y a las dos horas más ya estaba por el pasillo dando un pequeño paseo.

La verdad es que si no fuera por la sonda estaba mejor que lo que yo esperaba estar. También me dejaron un drenaje por el que iban a controlar posibles fugas. Por la mañana, hasta el viernes, me tenía que tomar azul de metileno y si a los 20 minutos no salía por el drenaje nada azul es que todo iba bien.

El martes por la mañana me hicieron una prueba en rayos para controlar que los sellados fueran correctos y también salió bien. Me quitaron la sonda. Y me encontré muchísimo mejor.

El miércoles por la mañana, después de repetir la prueba del azul, me enviaron a casa.

Cada día que pasa me encuentro muchísimo mejor. Hoy es domingo y ya no dependo apenas de mi marido para hacer las cosas. Puedo levantarme de la cama sola, ir al baño, ducharme... No puedo coger nada de peso, ni agacharme, pero soy independiente ya.

Prueba superada!!!