Toda la vida he sido gordita. He probado mil y una vez a hacer régimen, pero siempre he vuelto a subir de peso. Así que recién cumplidos los 40, he decidido que se acabó. Voy a poner remedio a mi obesidad. Lo voy a conseguir!!
3 de mayo de 2011
¿NERVIOS, MIEDO?
Me duele mucho la tripa. El médico dice que son nervios. Puede... Yo creía que lo tenía todo bajo control, pero me parece que estoy descontrolada. Me duele el estómago, la tripa, de vez en cuando noto que el corazón late más deprisa.
Imagino que será que se acerca el día, y aunque yo vaya de durita diciendo que no tengo miedo no es así. Quizás lo digo en voz alta para creérmelo. O para que la gente que me quiere no sufra. Pero si tengo miedo.
Me da miedo morir. Me da miedo no bajar peso después de la operación. Me da miedo volver a recuperar, como siempre me ha pasado, todo lo que pierda. Me da miedo no gustarme con las pieles colgando, cuando haya perdido todo el peso. Me da miedo tener que dar explicaciones por la calle a la gente que pregunta como es que estoy tan delgada.
Pero tengo muchas ganas. Ganas de poder caminar sin que me duela la rodilla y el pié. Ganas de comprarme ropa en cualquier tienda, sin tener que preguntar a la delgada dependienta que usa una 36 si hay talla para mi, y que me mire de reojo. Ganas de pasar desapercibida por la calle, y que nadie se vuelva a mirarme. Ganas de quedar a tomar un café y no tener que pensar si cabré en la silla de la terraza en la que hemos quedado. Ganas de sentirme libre de mis kilos.
Así que voy a superar este miedo, y a por todas!!
Ya empiezo a tener hambre. Las tripas se revuelven. Me suenan todo el día. Y es que llevo mucho tiempo sin comer nada sólido. Que ganas tengo que comer, aunque sean cosas sanas.
Me queda poco. Mañana tengo visita con el anestesista y con el cirujano. Por la tarde una prueba. Pasado mañana la gastroscopia de nuevo.
Como me digan que no me operan el día 9 me pongo a llorar.
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